LA PENA DEL BECERRERO - Simón Diaz
| votar: | Puntaje actual: 6.00 Era un muchachito que por la mañanita llegaba aquel hato todos los
dÃas, se sentaba en la punta de un banco largo frente a la cocina,
agarrando un mandador para espantar perros, gallinas y gatos:
“sió, perro, shh, gato, echen paÂ’alla”. La cocinera que le tenÃa
mucho cariño, le ponÃa junto con los peones, la comida. Allà el
muchachito escuchaba los cuentos y las vivencias de todos ellos y a
la vez, el iba construyendo las suyas. Se empeño aquel niño en
aprender todos los oficios que tiene que aprender un muchacho para
optar al cargo de becerrero, que es el más hermoso cargo al que
aspira cualquier muchachito en un fundo, becerrero del hato.
Aprender a separar de tarde las vacas de los becerros, por que el
mayor error que pude cometer un becerrero es permitir que las vacas
se mamen. Usted no ve que si se maman los becerros, mañana no hay
leche. Aprendió a hacer queso de cincho, a echarle creolina en el
ombligo a un becerrito recién nacido para que no le caiga el gusano,
aprendió a pararse en la puerta de trancas a esperar a que el
ordeñador le pida cantando el nombre de uno de los becerros, que
viene siendo el hijo de la vaca que ya se va a ordeñar.
En fin, cuando ya estaba bien preparado, el dueño del hato, en
agradecimiento a aquel aprendizaje, le daba el cargo de becerrero.
Todo lo hacia a la perfección, hasta que un dÃa vino el amor.
¿De quien se enamoro? ¿De la hija de la cocinera? Pudo haber sido.
¿De la hija del dueño del hato? ¿Y por que no? ¿De una muchacha que
vino a pasar vacaciones desde Caracas? Muy bien.
Porque como digo yo en “Caballo Viejo”, -quererse no tiene horario
ni fecha en el calendario cuando las ganas se juntan-. De aquà en
adelante, por razones de que se enamoro, no quiso servir para nada.
Todo le salÃa mal por andar de enamorado.
Este es el cuento de lo que ahora les canto.
Bm
Becerrero, becerrero
F#7
con una pena en el alma
abre la puerta al tranquero
Bm
paÂ’que las penas se vayan. (bis)
B7 Em
Esta empezando a querer
Bm
esta sembrado de amor el becerrero del fundo
F#7
es la primera mujer
Bm
que lo ha mirado profundo. (bis)
Bm
En los fogones del hato
F#7
hay una brasa encarnada
y el becerrero hace rato
Bm
como queriendo apagarla (bis)
B7 Em
En el cincho ya no hay queso
Bm
no saca suero ni le quiebra la cuajada
F#7
porque el tropel de unos besos
Bm
le tumbó la empalizada. (Bis)
Bm
Orinoco, Orinoco, Orinoco.
Bm
El ordeñador le canta
F#7
le esta pidiendo Orinoco
y el se enreda con las trancas
Bm
y se le salen los otros (Bis)
B7 Em
Se le murió un becerrito
Bm
recién nacido porque no lo curó a tiempo
F#7
camina sin rumbo fijo
Bm
con el corazón enfermo. (Bis)
Bm
Se le mamaron las vacas
F#7
ya no anda con la peonada
y se le caen de la hamaca
Bm
los sueños de madrugada. (bis)
B7 Em
Becerrero, becerrero
Bm
por vida tuya en el botalón de horqueta
F#7
amárratela del pecho
B
paÂ’que se acabe la fiesta.
B7 Em
Becerrero, becerrero
Bm
mira que por vida tuya en el botalón de horqueta
F#7
amárratela del pecho
B F#7 B
paÂ’que se acabe la fiestaÂ…
dÃas, se sentaba en la punta de un banco largo frente a la cocina,
agarrando un mandador para espantar perros, gallinas y gatos:
“sió, perro, shh, gato, echen paÂ’alla”. La cocinera que le tenÃa
mucho cariño, le ponÃa junto con los peones, la comida. Allà el
muchachito escuchaba los cuentos y las vivencias de todos ellos y a
la vez, el iba construyendo las suyas. Se empeño aquel niño en
aprender todos los oficios que tiene que aprender un muchacho para
optar al cargo de becerrero, que es el más hermoso cargo al que
aspira cualquier muchachito en un fundo, becerrero del hato.
Aprender a separar de tarde las vacas de los becerros, por que el
mayor error que pude cometer un becerrero es permitir que las vacas
se mamen. Usted no ve que si se maman los becerros, mañana no hay
leche. Aprendió a hacer queso de cincho, a echarle creolina en el
ombligo a un becerrito recién nacido para que no le caiga el gusano,
aprendió a pararse en la puerta de trancas a esperar a que el
ordeñador le pida cantando el nombre de uno de los becerros, que
viene siendo el hijo de la vaca que ya se va a ordeñar.
En fin, cuando ya estaba bien preparado, el dueño del hato, en
agradecimiento a aquel aprendizaje, le daba el cargo de becerrero.
Todo lo hacia a la perfección, hasta que un dÃa vino el amor.
¿De quien se enamoro? ¿De la hija de la cocinera? Pudo haber sido.
¿De la hija del dueño del hato? ¿Y por que no? ¿De una muchacha que
vino a pasar vacaciones desde Caracas? Muy bien.
Porque como digo yo en “Caballo Viejo”, -quererse no tiene horario
ni fecha en el calendario cuando las ganas se juntan-. De aquà en
adelante, por razones de que se enamoro, no quiso servir para nada.
Todo le salÃa mal por andar de enamorado.
Este es el cuento de lo que ahora les canto.
Bm
Becerrero, becerrero
F#7
con una pena en el alma
abre la puerta al tranquero
Bm
paÂ’que las penas se vayan. (bis)
B7 Em
Esta empezando a querer
Bm
esta sembrado de amor el becerrero del fundo
F#7
es la primera mujer
Bm
que lo ha mirado profundo. (bis)
Bm
En los fogones del hato
F#7
hay una brasa encarnada
y el becerrero hace rato
Bm
como queriendo apagarla (bis)
B7 Em
En el cincho ya no hay queso
Bm
no saca suero ni le quiebra la cuajada
F#7
porque el tropel de unos besos
Bm
le tumbó la empalizada. (Bis)
Bm
Orinoco, Orinoco, Orinoco.
Bm
El ordeñador le canta
F#7
le esta pidiendo Orinoco
y el se enreda con las trancas
Bm
y se le salen los otros (Bis)
B7 Em
Se le murió un becerrito
Bm
recién nacido porque no lo curó a tiempo
F#7
camina sin rumbo fijo
Bm
con el corazón enfermo. (Bis)
Bm
Se le mamaron las vacas
F#7
ya no anda con la peonada
y se le caen de la hamaca
Bm
los sueños de madrugada. (bis)
B7 Em
Becerrero, becerrero
Bm
por vida tuya en el botalón de horqueta
F#7
amárratela del pecho
B
paÂ’que se acabe la fiesta.
B7 Em
Becerrero, becerrero
Bm
mira que por vida tuya en el botalón de horqueta
F#7
amárratela del pecho
B F#7 B
paÂ’que se acabe la fiestaÂ…
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